Saltear al contenido principal
Liderazgo

Una idea, un liderazgo político

La mejor estrategia para construir liderazgo político es contar con una idea poderosa y concentrarse en ella.

Una idea. Solo una. Menos es más.

Pero la tentación y el sentido común siempre indican lo contrario: trabajar con muchas ideas, cuantas más sean mejor. Y en el complejo mundo de hoy ese es un gran error. Porque la atención de las personas es un bien bastante escaso y más preciado en este medio, y con  un sinnúmero de estímulos que nos bombardean a cada instante por diversos canales nos distraen. Y para capturarla es esencial trabajar en la estrategia de una sola y poderosa idea.

Esto vale en cualquier terreno, no solo en el campo político.

Google

Una idea: una simple caja de texto donde escribir lo que buscas.

iPhone:

Una idea: un ordenador pequeño conectado a internet que además te permite hablar por teléfono.

Facebook:

Una idea: contacto social con amigos y familiares.

Obama.

Una idea: cambio.

Piensa en cualquier político que haya construido un liderazgo importante.Verás una idea poderosa. Detrás de esa idea vendrán otras, diversidad, diferentes puntos de vistas, matices, novedades y mucho más. Pero el liderazgo político necesita, siempre, de una idea central. Una idea poderosa, inspiradora, potente.

Sobre esta única idea será el inicio de la construcción de un liderazgo que trascienda.